¿Has pensado en que alguien escriba tus memorias?

Hay momentos en la vida en los que sabes, con total certeza, que estás viviendo algo importante. No para la humanidad o para el futuro, sino para ti. Son instantes que el destino te ofrece para que seas consciente de que, aunque haya muchos motivos por los que estás en este mundo, el que tienes delante es uno de esos que atesorarás para siempre. En esa tesitura me encontré yo cuando conocí a Luis. Sobre todo, al poco tiempo de tener la fortuna de cruzar unas palabras con él.

Luis, como jugador del Coria CF

Hablar con este señor de espíritu indomable, que lleva el fútbol en las venas y a su Sevilla Fútbol Club en el corazón, es como hablar con la historia o con la sabiduría. Es como hablar con la vida misma. Mi único lamento es no haberlo conocido mucho antes, para haber podido disfrutar más tiempo de su compañía.

Conocí a Luis cuando se empezó a fraguar entre él y mi madre, Ana, una relación de compañía, amor y amabilidad que a mi madre le dio alegría y a Luis un motivo más para seguir obstinado en demostrar al mundo lo bonita que es la vida. Se habían conocido gracias a un programa de televisión al que mi madre fue como invitada, un espacio donde personas mayores buscaban pareja o, simplemente, alguien con quien escapar de la soledad. A mi madre, que a pesar de su edad está de muy buen ver, le salieron muchos pretendientes e incluso llegó a estar con alguno, pero no fue hasta que conoció a este exfutbolista que no encontró una estabilidad placentera. Como podéis imaginar, en mi caso, bastó cruzar con él un par de frases para quedar capturado por su carisma y por el suave ronroneo que, a través de sus historias, me transmitían sus palabras. Sentía el privilegio de que la voz de la experiencia me estuviera contando su vida.

Debido a todo esto y a mi condición de escritor —frustrado, eso sí—, empezó a germinar en mí la idea de redactar algo que convirtiera todas esas historias que Luis se empecinaba en recordar en materia palpable y perdurable. Aunque llegué a comentárselo por encima, el proyecto no tomó forma hasta que Luis me envió por WhatsApp un artículo. Era una entrevista que una web de noticias deportivas de Jaén le había hecho por haber sido jugador del Real Jaén en su juventud. El artículo, que incluso menciona a mi madre porque estaba presente, es un interesante recorrido por aquellos tiempos en los que Luis recorría la banda izquierda causando estragos en las defensas contrarias. Cuando lo leí, me di cuenta de que en esa mente había mucho material que sacar a la luz. Así que, también por WhatsApp, se lo propuse en serio.

 

Antonio: Me ha encantado el artículo, Luis. ¿Tú has pensado alguna vez en que alguien escriba tus memorias?

Luis: Ya me lo dijiste un día; esto saldrá en una revista deportiva en Jaén.

Antonio: Pues te lo vuelvo a decir.

Luis: Ya lo vemos.

Antonio: Podríamos hacer algo muy bonito.

Luis: Vale, lo hablamos.

Antonio: Podríamos hacer una prueba. Tú me mandas un audio contándome los primeros recuerdos que tengas de tu vida y cómo era tu familia, y yo escribo una prueba. A ver si te gusta. Y enróllate todo lo que quieras.

Luis: Pues ya iré mandándote audios.

 

La verdad es que Luis se ha tomado la idea con mucho entusiasmo y no para de llenarme el WhatsApp de audios contándome sus aventuras y vicisitudes. Para mí, es importante que lo que escribo pueda generar sentimientos en las personas. Hacer feliz a alguien con lo que haces me produce una enorme satisfacción y, con este proyecto, parece que una vez más lo estoy consiguiendo.

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CAPÍTULO 1. MUERTE EN LAS MARISMAS