
CAPÍTULO 2. FUEGO EN EL CIELO.
Tengo, como es natural, los recuerdos de mi infancia algo difuminados. Cuando se vive tanto tiempo, es inevitable que tu memoria no atrape los recuerdos con la fuerza que debería, y a veces me cuesta encontrar las palabras justas para recrear cada momento. Sin embargo, el acontecimiento que me dispongo a narrar lo tengo en mi mente como si hubiese sucedido ayer.